La
aviación en Colombia.
Comenzó el 27 de octubre de
1845, cuando el argentino José María Flores se elevó sobre Bogotá a bordo de un
globo inflado con gas de petróleo, luego hizo la exhibición sobre ciudades como
Popayán, Medellín, Barranquilla y Tunja.
En diciembre de 1912, John Smith,
hizo en vuelo de acrobacia deportiva sobre la ciudad de Barranquilla. Más adelante,
Smith, se traslado a Medellín donde efectúo un vuelo a bordo de un avión farman.
Después llegó a Barranquilla
el norteamericano Knox Martín, quien habiendo entablado amistad con Carlos
Obregón y Ulpiano Valenzuela, los acompañó a Estados Unidos donde adquirieron
un avión Curtis Standard construido en madera y tela, propulsado por un motor
de 150 HP para hacer deportes, acrobacias y vuelos cortos. Esta fue la famosa
aeronave en la cual Martín hizo su primer vuelo de correo el 18 de junio de
1919, al cual invitó a Mario Santo Domingo.
LA PRIMERA AEROLÍNEA
En septiembre de 1919,
Guillermo Echavarria Misas recibió un catálogo de los aviones fabricados por la
casa de Henry Farman y sus hermanos, pioneros de la aviación francesa. Esta
circunstancia hizo que Echavarria Misas motivara a su padre, Alejandro
Echavarria, para que con un grupo de amigos, conformara la compañía Colombiana
de Navegación Aérea. La compañía despegó con cuatro aviones F-40 de cuatro
sillas, con cabina descubierta y motor atrás, así como un avión F-60 tipo
Goliat, con capacidad para 14 personas.
AVION ANFIBIO SIKORSKY S-60
DE SCADTA
El 3 de septiembre de 1919, el presidente
Marco Fidel Suárez suscribía un documento que otorgaba a la empresa recién constituida el derecho a transportar correo
aéreo y pasajeros en el territorio Colombiano.
En enero de 1920 llegaron a Cartagena los dos primeros aviones Farman.
Allí fue necesario construir un hangar que pudiera recibir tanto a los aviones
que tenían ruedas como a los provistos de flotadores. El hangar fue construido en Boca grande, en
los terrenos donde hoy se levanta el hotel Caribe.
Uno de los primeros
pasajeros fue el general Benjamín Herrera, quien realizó el 3 de marzo un vuelo
entre las dos ciudades. Días después,
el F-40 llevó de Cartagena a Barranquilla a Eduardo de la Espriella y a Mario
Santo Domingo, padre, quienes fueron los primeros pasajeros con tiquete pagado
que volaron a otra ciudad. Con la llegada del avión Goliat, de gran
versatilidad para la época, la Compañía Colombiana de Navegación Aérea comenzó
a extender sus vuelos a Santa Marta y luego a Medellín y Bogotá. Ya para
entonces pilotaban las aeronaves dos aviadores franceses que habían participado
en la primera guerra mundial: Jacques Jourdanet y Rene Bazín. El capitán Jourdanet tuvo que viajar de
Cartagena a Medellín a través del río Magdalena y trasladarse posteriormente a
lomo de mula a Bogotá para buscar terrenos, combustible, repuestos y todo lo
necesario para establecer talleres y campos de aterrizaje, toda vez que en ese
entonces cada compañía debía construir aeródromos para sus servicios
particulares.
Casi a los tres años de
fundación, la compañía Colombiana de Navegación Aérea debió ser liquidada,
agobiada por una serie de problemas como la crisis de los años 20, la falta de
tecnología para poder mejorar el rendimiento de los aparatos franceses, los
accidentes y los daños de las máquinas.
El primer piloto colombiano
fue Jaime Duque Grisales, quien además introdujo a Colombia la aviación
comercial Avianca, donde se convirtió en jefe de pilotos.
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